Muchos
han sido los intentos por mejorar la percepción que los hombres del presente
tienen del futuro, neurólogos y “científicos” del comportamiento /o la
cognición, en su idea de explicar,
prevenir y controlar han hecho profilaxis de la depresión y la autodestrucción del
hombre y del planeta sin resultados importantes, ya que de igual manera el
emporio del consumo continua ofertando y comercializando el mercado negro de la
falsa felicidad que ha agotado en las mentes humanas la esperanza de un mañana.
Religiosos, psicólogos, políticos han merodeado el tema, han aportado sus
buenas intenciones, no obstante, el
general de la humanidad sigue caminando hacia el árido suelo del sin sentido
del ser y del estar en este mundo.
Entonces,
sí existen posibilidades de cambio, estrategias, métodos de reestructuración
del comportamiento y hasta premios internacionales por promover la
responsabilidad social a nivel macro y cambiar el mundo en el que vivimos, qué
ha sucedido con la motivación del hombre hacia una mejor vida, la carencia de
FE o una FE debilitada es una deficiencia del interior del hombre a las que
mencionadas estrategias son solo paños de agua tibia, hemos olvidado la génesis
de todo, de las circunstancias desfavorables del hoy, pero también la causa de la
génesis de la vida y de la verdadera
felicidad. Pero qué es verdadera felicidad? He ahí la pregunta que a cada
momento estamos mal resolviendo en los afanes de nuestra vida con tarjetas de
crédito sin llegar a una apropiación particular, ni a una comprensión legítima
de la palabra felicidad, ni del conocimiento de sí mismo que esto implica.
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